Barbarilandia se ha transformado en el país de las aristas. El
“pentagate” se amplió al “soquimichgate” producto de una arista. El “nueragate”
también está lleno de aristas; Luksic por un lado, lo que en cualquier momento
puede destapar su apoyo a las campañas políticas de la izquierda, Claudia
incluida, lo que implicaría otra arista, la que podríamos bautizar como “luksicgate”.
El mismo caso Caval tiene otras potenciales aristas; tenemos al seremi de la
Sexta Región que tasó los terrenos, al ex director de obras de Machalί que conocía
al socio de la señora lechona, a otra tasadora quien es sobrina del dueño original
del terreno y a la vez trabajaba en el municipio, y a los tasadores del Banco
de Chile que tasaron el predio en el doble de las demás tasaciones -¿por qué?-,
esto lo podríamos denominar la arista “tasacióngate”. ¿Cuánto vale en realidad
el predio en cuestión?. Es decir, ningún banco tasa en más, todos tasan en
menos. ¿Quién nombró al seremi?, ¿y quién al director de obras?, ¿y quién a la
sobrina?, ¿y quién nombró al que nombró al resto?. Y así hasta llegar a
Pencailillo y a la Claudia. Y lo otro, ¿por qué el comprador final compró en el
doble del precio?.
Sigamos con las aristas: Si algún político coimeado por Soquimich,
donde coimeaban por parejo, aparece con alguna boleta huacha en la empresa “x” -y
fijo que alguien aparece- ya tenemos otra arista, la “xgate”, lo que nos puede
llevar a que en la empresa “x”, de pura casualidad, aparece una boleta de otro político,
y ya tenemos otro “gate” en potencia y una nueva arista. Y seguimos adelante.
Ahora cabritos pónganse a usar la pensadora por un rato.
Si Luksic, Ponce, los Carlos y el resto de los “poderosos de
siempre” financian a los políticos; y la Claudia es política, y la Claudia
designa a los ministros por cuoteo, y los amigotes de los ministros y los
presidentes y caporales de los partidos que la apoyan son los futuros seremis, cores,
intendentes y paniaguados varios, y todos estos fulanos mandan a tasar cosas,
llaman a licitaciones, solicitan evacuaciones de informes, piden asesorías y
otras hiervas, y todo esto se lo encargan a los migotes de los otros amigotes,
a las nueras, las cuñadas, los tíos, las madrastras y los parientes lejanos,
entonces tenemos una hemorragia de aristas y de “gates”. Y seguimos adelante.
Bueno. Y como todos estos fulanos (as) son tantos, ligerito
nos encontramos con que el fulano que está metido en el “gate” de aquí, también
aparece en la arista de allá, y el que aparece por la arista de por acá se nos
repite en el “gate” de allá.
¿Y cómo se llama esto?: Esto es la autodenominada “elite”. Los
mismos huevones que han robado desde siempre, y los hijos de sus hijos. Amen.