Sebastián I “el
turbio”, es en realidad bien turbio. Es tan turbio, tiene tantos intereses en
todos lados y tanta plata, que la izquierda puede darse un festín si continúa
descubriendo correos enviados por gente que no sabe lo que envía, a gente que
no sabe lo que recibe.
La última
novedad del año para los regalones es un correo donde aparece vinculado a la
empresa que competía con la empresa defenestrada por Sebastián en Barrancones. Es
cosa de seguir tirando del hilito.
Hoy, el
candidato imputado de “nuestro sector” es un hombre muerto caminando, que solo se
sostiene en el miedo que muchísima gente le tiene a Guillier, el Bacheleto de
barba, el “moderado” amigo de los comunistas.
Y Sebastián
está en otro problema, prometió que decidiría lo que ya tiene decido en marzo
¿Serás candidato Sebastián? Seguramente sí, después de todo, si resulta, bien,
y si no le resulta, que se joda todo el mundo menos él.
Tenemos un
candidato de lujo, un hombre intachable, un apóstol del servicio público. Alguien
capaz de declinar su postulación en nombre de la “unidad del sector”, “el bien de la patria” o “la unidad familiar”,
no sin antes encargarse de terminar de demoler a cualquier otro candidato de “nuestro
sector”, de tal forma que gane la izquierda y así poder presentarse a las próximas
elecciones de 2021.
Pero no lo
hará, ya está demasiado viejo para continuar esperando su segundo mandato,
luego esperar cuatro años y postular a su tercer mandato. Y la criogenia aun no
es de fiar.
Si Alessandri,
Ibañez y Bachelet gobernaron dos veces, él debe hacerlo por lo menos en tres
ocasiones, por algo está loco de remate. Tatán I “el imputado” es un
desquiciado con el suficiente dinero y poder para que nadie lo diga en público.
Creo, sin embargo,
que no saldrá de esta, y la Nueva Mediocridad podrá gobernar al menos otros
cuatro años más, lamentablemente. Estas cosas pasan cuando la gente se vende, y
la ex derecha se vendió dos veces, primero a las ideas de izquierda, y luego a
la billetera de Piñera (el malo).